Un informe de científicos españoles ha concluido que existe “evidencia significativa de que el SARS-CoV-2 se transmite por vía aérea a través de los aerosoles”. “Se emiten al hablar, cantar, gritar o toser”. El informe, con fecha 29 de octubre, ha sido encargado por el Ministerio de Ciencia e Innovación a los investigadores Antonio Alcamí, Margarita del Val, Miguel Hernán, Pello Latassa, José Luis Jiménez, Xavier Querol, Ana Robustillo, Gloria Sánchez y Alfonso Valencia. Los aerosoles están detrás del 75% de la transmisión del coronavirus. Para José Luis Jiménez “hay muchísimas más evidencias por aerosoles que por gotas“.

Entre las conclusiones, los investigadores proponen realizar las actividades en exteriores y ventilar o filtrar para reducir la transmisión del coronavirus por aerosoles. Incluyen, además, medidas ya consolidadas como el uso de mascarilla, extremar la higiene y el distanciamiento, especialmente en interiores.

El estudio resume la evidencia a favor y en contra del contagio del coronavirus por aerosoles. Concluye que hay un apoyo sustancial de la comunidad científica a la posibilidad de que sea la “forma de transmisión dominante“. También apoyan que sea la “forma más habitual de contagio en eventos de súper-propagación“.

El documento incide en la “importancia” de explicar a la población el papel de la transmisión a través de aerosoles expulsados por personas infectadas. Las gotículas infectan por impacto en los ojos, fosas nasales o boca, y caen al suelo hasta a 1-2 metros de la persona que las emite. El estudio indica que los aerosoles por su menor tamaño presentan una mayor infectividad porque penetran más profundamente en los pulmones. Además, podrían causar una mayor severidad del Covid-19. Los expertos añaden que esa infección anisotrópica se observa en la gripe, en la que la dosis infectiva con síntomas similares es 100.000 veces mayor por deposición en la nariz que en los pulmones y también se observó en la viruela.

Señala el informe otras vías de infección como las heces o la orina porque se han detectado trazas del virus en estos desechos. Sin embargo, apunta que la infección fecal-oral o fecal-respiratoria es limitada porque solo hay un informe que indica esta vía de infección. El estudio analiza también la posibilidad de infección a través de la sangre, aunque parece que esta vía de contagio es “baja”.

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